1. Prepara la Mezcla de tu Embutido: Elige tu receta favorita de chorizos, albóndigas u otros rellenos. Mezcla los ingredientes hasta obtener la textura deseada.
2. Monta la Boquilla Adecuada: Selecciona la boquilla que mejor se adapte al tamaño de tu preparación. Colócala en la salida de la embutidora y asegúrate de que esté bien ajustada.
3. Llena el Cilindro de la Embutidora: Abre el compartimento principal y llena el cilindro con la mezcla preparada. Asegúrate de compactarla ligeramente para evitar burbujas de aire.
4. Ajusta la Máquina y Fija la Base: Coloca la embutidora sobre una superficie plana y utiliza las ventosas de la base para asegurarla. Esto evitará movimientos durante su uso.
5. Coloca la Tripa o Contenedor en la Boquilla: Desliza la tripa o funda del embutido sobre la boquilla, asegurándote de dejar suficiente margen para un buen amarre al final.
6. Gira la Manivela o Activa el Mecanismo: Comienza a girar la manivela lentamente o acciona el mecanismo para que la mezcla pase por la boquilla y llene la tripa de manera uniforme.
7. Controla la Cantidad y Cierra el Embutido: Mide la longitud deseada de cada embutido y realiza un amarre al terminar cada porción. Ajusta según tus preferencias de tamaño y forma.
8. Limpia la Máquina Después de Usar: Una vez que termines, desmonta las piezas de la embutidora y lávalas con agua tibia y jabón. Asegúrate de secarlas bien antes de guardar.
¡Listo! Ahora puedes disfrutar de tus embutidos caseros con calidad profesional.