1. Carga la batería: Asegúrate de que la batería esté completamente cargada antes de usarla. Conéctala a la fuente de energía hasta que esté lista para su uso.
2. Llena el tanque de agua: Si tu hidrolavadora tiene un tanque de agua incorporado, llénalo con agua limpia. En caso contrario, conecta la manguera de agua asegurándote de que esté bien sujeta.
3. Coloca el filtro y boquilla adecuados: Instala el filtro de agua (si es necesario) y selecciona la boquilla según la intensidad de limpieza deseada.
4. Activa la hidrolavadora: Enciende la hidrolavadora usando el interruptor de encendido y comienza a dirigir el chorro de agua hacia las áreas que deseas limpiar.
5. Ajusta la intensidad: Modifica la intensidad o el tipo de chorro según la suciedad o el material que estés limpiando. Algunas superficies pueden requerir un chorro más suave para evitar daños.
6. Apaga y limpia el equipo: Una vez terminado, apaga la hidrolavadora, desconecta la manguera y limpia cualquier residuo que pueda haberse acumulado en el filtro o boquilla. Guarda el equipo en un lugar seguro.