1. Asegúrate de tener las orejas limpias y secas: Antes de colocarte los pendientes, limpia suavemente tus lóbulos con un paño suave o algodón con agua micelar o alcohol para evitar irritaciones.
2. Retira con cuidado el broche trasero: Sujeta el pendiente por la base del diamante y desliza el broche hacia atrás con suavidad para evitar que se caiga o se pierda.
3. Inserta el pendiente con firmeza y precisión: Introduce el poste del pendiente en el orificio de la oreja con un movimiento firme pero delicado, asegurándote de que esté bien centrado.
4. Ajusta el broche para mayor seguridad: Coloca el broche trasero hasta que quede fijo y cómodo. Asegúrate de que no esté ni muy suelto ni muy ajustado para evitar molestias.
5. Disfruta tu estilo con elegancia: Mírate al espejo y deslumbra con la elegancia sutil y sofisticada de tus nuevos pendientes. Listos para cualquier ocasión.