1. Prepara la mezcla: Asegúrate de que la pintura o el chocolate estén bien diluidos y libres de grumos para una aplicación uniforme.
2. Llena el depósito: Vierte la mezcla en el recipiente de la pistola pulverizadora, sin sobrepasar el límite indicado.
3. Ajusta el flujo y la boquilla: Regula la cantidad de pulverización con la perilla de control y elige entre los tres patrones: horizontal, vertical o circular según el efecto deseado.
4. Haz una prueba previa: Antes de aplicar sobre el pastel o la superficie de trabajo, realiza una prueba en una hoja de papel para verificar el flujo y ajuste.
5. Comienza la aplicación: Mantén la pistola a una distancia de 15-25 cm y aplica con movimientos suaves y constantes para un acabado uniforme.
6. Limpieza y mantenimiento: Desmonta las piezas y lávalas con agua tibia (en el caso del chocolate) o solvente adecuado (para pintura). Seca completamente antes de guardar.